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| Escena de "Ratas, Ratones y Rateros" (1999) de Sebastian Cordero |
La insuficiente
oferta cinematográfica en el país, va de la mano con el poco interés de la
población por las producciones nacionales.
Esto causa, en muchos
de los casos, la “muerte” o desmotivación de cineastas principiantes que desean
incursionar en el área audiovisual, aquellos que vislumbran un mundo
alternativo a través del lente de la cámara.
El desinterés
colectivo es una consecuencia directa de la masiva campaña mediática de
Hollywood, la misma que inyecta ideas y sentimientos ajenos al entorno
latinoamericano, específicamente Ecuador.
Este nivel de alienación
no permite la correcta apreciación de las cintas nacionales que deambulan por
el circuito comercial pasando totalmente desapercibidas, este es El Cine
Invisible, aquel que se encuentra frente a nuestros ojos pero que somos
incapaces de notarlo por aquella venda ideológica ha delimitado nuestro cerebro
entre Disney y Paramount.
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